Felix Salten, autor entre otros libros de Bambi (el libro del que salió la pelicula de Disney), escribió en el año 1906, las supuestas memorias de una prostituta vienesa, Josephine Mutzenbacher. En ella cuenta como se inició, en su mas tierna infancia, en la prostitución.
Edipo Rey.
Yocasta:”…tú no sientas temor ante el matrimonio con tu madre, pues muchos son los mortales que antes se unieron a su madre en sueños. Aquél para quien esto nada supone, más fácilmente llena su vida”.
Sófocles, Edipo Rey (496 AC)
sábado, 3 de mayo de 2014
sábado, 5 de abril de 2014
El corte de pelo. Un relato de Antonio Gonzalez
Ángela era mujer casada y muy joven de buen cuerpo con 2 hijos y un marido que casi no estaba en casa, salía muy seguido fuera de la ciudad y casi no tenía tiempo para convivir con su familia y mucho menos para atender a su mujer en la intimidad. A veces se la pasaba muy aburrida porque siempre se quedaba sola en casa, los niños en la escuela y su marido siempre de viaje.
El masaje a Don Genaro (2ª parte) Un relato de Antonio Gonzalez
El masaje a Don Genaro (2ª parte) Un relato de Antonio Gonzalez
Después de aquella noche intensa de pasión y lujuria incestuosa Llegó. La mañana. Y Genaro se alistaba para ir a trabajar su hija María estaba en la cocina haciendo el desayuno para su padre, ya que después de esa noche quedaría. Muy agotado y se merecía un digno almuerzo.
Después de aquella noche intensa de pasión y lujuria incestuosa Llegó. La mañana. Y Genaro se alistaba para ir a trabajar su hija María estaba en la cocina haciendo el desayuno para su padre, ya que después de esa noche quedaría. Muy agotado y se merecía un digno almuerzo.
miércoles, 26 de marzo de 2014
La viuda
Mis ojos
estaban fuertemente cerrados, la espalda arqueada y las manos detrás de su
cabeza, tratando de acercar la boca de mi amante hacia mis pechos, intentando
en vano de conseguir más de él.
-
Ooooh , sí, chúpalas .... chupalas ...
Me sentía
tan bien al volver tener los labios de un hombre en mis pechos por primera vez
desde hacía año y medio, bajó por mi cuerpo, besándolo... necesitaba saciar el
hambre de mi coño, que llevaba tantos meses sin probar la polla de ningún
hombre. El único problema era que el hombre que me estaba haciendo gozar no era
del que realmente estaba enamorada. En mi mente fingía que era otro hombre el
que me estaba haciendo el amor.
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